Las heladas pueden tener un impacto devastador en los cultivos, dañando hojas, flores y frutas.
Las bajas temperaturas (por debajo de 0ºC) repentinas genera estrés hídrico en los cultivos, lo que puede resultar en daños en la floración y maduración de frutos que nos están preparados a nivel fisiológico.
Qué es el sistema antiheladas
El sistema se basa en un proceso natural del agua: Al cambiar de estado libera energía (80 calorías por gramo de agua).
El agua aportada mediante el riego en fase líquida pasa a fase sólida desprendiendo temperatura y energía que protege al cultivo frente a la helada.
Soluciones para mitigar el daño de las heladas
El riego por microaspersión es uno de los sistemas antiheladas más eficientes en la prevención de daños por heladas a flores y frutos de cultivos tempranos. Los microaspersores focalizan y rocían el agua directamente sobre las plantas, y en menor medida entre las líneas de plantación.
Para que el sistema sea efectivo, es fundamental realizar un correcto diseño de la instalación de riego para obtener buenos resultados.
Tipo de aplicación del aspersor antihelada
Ventajas del riego antiheladas con microaspersión
¿En qué cultivos es más efectivo?
La protección antiheladas por microaspersión es muy efectiva en viñedos y frutales, como melocotoneros, perales, ciruelos o nectarinas, y en general, para todos los cultivos que estén en espaldera.
En cambio, para cultivos que crecen con más volumen se emplean aspersores de cobertura total o individualizados por cultivo, pero con el control y el mantenimiento óptimo para aprovechar al máximo el agua.