Los cultivos leñosos de regadío siguen ganando hectáreas de terreno en la agricultura española.
Los árboles leñosos, también llamados cultivos permanentes, se producen durante largos periodos de tiempo y no necesitan ser trasplantados después de cada cosecha.
Con sistemas de regadío intensivos y superintensivos es posible lograr producciones más elevadas y de calidad de manera sostenible si se optimizan correctamente los recursos.
¿Qué puedes hacer para cultivar leñosos con éxito?
La principal limitación productiva es la disponibilidad de agua, ya que es escasa en algunas zonas y el diseño de riego puede ser fundamental para hacer frente al déficit hídrico.
Aunque hay cultivos que se adaptan mejor que otros a condiciones de secano, el aporte depende de la variedad, terreno y el estado fenológico de cada árbol.
Por eso, es clave conocer y regular el aporte de agua y nutrientes para llevar a cabo estrategias de regadío y fertilización con las que obtener un mayor rendimiento y ahorro en recursos hídricos.
Ventajas del Regadío en Leñosos y Frutales
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Cultivos Leñosos más demandados
Los principales cultivos leñosos que se producen por nivel de extensión en hectáreas son los árboles frutales y cítricos, nogales, árboles de fruto seco (almendro, pistacho), olivos, viñedos, entre otros.
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