Qué es la agricultura ecológica
En los últimos años, la superficie dedicada a la producción ecológica ha aumentado a un ritmo medio de 500.000 hectáreas al año y sigue creciendo.
La agricultura ecológica se basa en el respeto al entorno para lograr una producción sana, de la máxima calidad y sin renunciar a la productividad.
Las técnicas de producción deben estar integradas en el agrosistema de forma que no produzcan impactos ambientales, influyendo en la fertilidad natural de los suelos y la capacidad productiva del agrosistema, garantizando la continuidad de la producción agraria en la zona.
El resultado es la obtención de productos orgánicos producidos sin aditivos químicos, ni sustancias de origen sintético.
Agricultura ecológica en campo abierto
Novagric realiza proyectos de riego a campo abierto para cultivo ecológicos de calidad de acuerdo con la normativa para garantizar la certificación y sostenibilidad de los alimentos.
El sector de la producción ecológica es especialmente consciente de la necesidad de la sostenibilidad como base para su desarrollo en el largo plazo. Por eso los proyectos de riego que realiza Novagric están enfocados en la gestión racional del agua para la reducción de la Huella Hídrica.
Además, el aporte de abonos en ecológico se debe realizar mediante fertilizantes orgánicos, convirtiendo los nutrientes en asimilables para el suelo agrícola sin dejar residuos contaminantes.
Para ello contamos con equipos de Fertirrigación XILEMA, filtros y red de tuberías preparadas para trabajar con este tipo de abonos evitando las obturaciones.
Agricultura ecológica en invernadero
Los cultivos ecológicos tienen menos herramientas para controlar sus enfermedades y la población de plagas, por lo que el cultivo bajo invernadero se convierte en un elemento clave para producciones orgánicas gracias a su hermeticidad.
Novagric también está especializada en el desarrollo de proyectos completos de invernaderos que aseguran la calidad y sostenibilidad de las cosechas.
La altitud de un invernadero multitúnel mejora el control del clima (mejora la ventilación en los meses de primavera e incrementa la temperatura en los meses de invierno), pero sobre todo alarga el ciclo de cultivo.